Catalina Rascón: Una joven ultramaratonista rarámuri

Estuve ausente los últimos días por dos razones: Por mi trabajo tuve la oportunidad de viajar 5 días a la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, México, a cubrir el Ultramaratón de los Cañones y entrevistar a Dean Karnazes, celebridad del running, escritor y superhumano. Estaba demasiado emocionada, pues por fin podría conocer las barrancas del Cobre y a las rarámuris, sus poderosos y legendarios pobladores, quienes con pies ligeros y poco en el estómago recorren distancias inimaginables a velocidades irreales y con pasitos que apenas tocan el suelo, entre las encarpadas barrancas. Estar ahí fue mágico, por mucho el viaje que más me ha impactado, me fui una y regresé otra.

Poco a poco les iré pasando las historias que descubrí en ese punto hermoso a horas y años luz de la ciudad como la conocemos.

Hoy toca presentarles a Catalina. Mientras estaba tomando fotos en un punto de la barranca, revisé la lista de participantes y me sorprendió que esta niña, de 13 años, estuviera corriendo los 63K, siendo la persona más jóven de todo el evento. Al final tuve la fortuna de verla cruzar la meta y entrevistarla tras su subida al podium. La entrevista completa la publicaré en la revista Women’s Health. Aquí una probadita de su historia:

La participante más joven del Ultramaraton de los Cañones fue Catalina Rascón. Catalina tiene 13 años y en septiembre entra a la secundaria. Ella quiere ir a la universidad, aún no se decide por la carrera. Esta bella rarámuri del municipio de Urique, caminó el pasado sábado horas de su casa hasta la salida de la carrera, que fue a las 5 de la mañana. Estando ahí, corrió 63 kilómetros seguida por su padre, un hombre mayor que amoroso y callado cuidaba a distancia a la más pequeña de sus cinco hijos (se ve al fondo en la foto). Catalina quedó en segundo lugar general femenino de los 63K del Ultramaratón de los Cañones. Con el dinero que ganó comprará su uniforme para la secundaria. Ella me platicó que corre por diversión. Y por diversión completó los 63K en 8.39.45. Ejemplar.

Y no, no es una locura que corra tanta distancia, Catalina es de una familia de grandes corredores rarámuris, pero jamás «entrena» como nosotros. Su transporte es a pie, corriendo y caminando largas distancias arriba y abajo de la barranca todos los días y ese estilo de vida desde niña la ha hecho capaz de completar tranquilamente esto que vemos como una hazaña sobrehumana nosotros, los citadinos que tenemos un día a día mil veces más sedentario que ella. Y por lo mismo corre con su ropa del diario, así está acostumbrada y cómoda, aunque nos parezca increíble.

A raíz de que publiqué esta historia en Facebook, muchas muchas personas me están escribiendo para preguntarme cómo podrían ayudar a Catalina, yo contacté a una fundación que apoya a indígenas de su comunidad y en breve podré decirles qué es exactamente lo que Catalina necesita de nosotros sus «fans» y cómo podemos hacérselo llegar de una forma clara, segura y transparente.

Si tienen algún aporte o idea, es súper bienvenido aquí o en araiz.arriola@gmail.com

¿Ya ven por qué les digo que este viaje me sacudió la conciencia?

Pronto más historias al respecto.

Un abrazo