Crónica del Maratón de Chicago 2016

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Mi quinto Maratón de Chicago, el tercero del año y el 18 de mis pies. Sucedió hace ya una semana y aún sigo contenta. Viajé a Chicago el sábado 8AM, con mi hermana, mamá, mi entrenador y algunos amigos. Mi mamá se enteró esa mañana de que la invitaría a hacer esta vacación conmigo. Primero se espantó un poco, luego fue feliz. Para poderme tomar esa semana en la oficina, tuve que adelantar varias cosas. Salí de trabajar por ahí de las 10 de la noche, pasé a recoger mi playera a casa de Sofi y Carlos, mis amigos de Ampersand que la diseñaron, me quedé a cenar y terminé no durmiendo esa noche para volar temprano (pésimo :(). Al día siguiente todo fue intenso: vuelo, llegada a Chicago, 20 minutos en la expo, siglos esperando un Uber, llegué 15 min tarde a la foto de mexicanos, cena de carbos en Quartino y a dormir temprano. A eso de las 5PM descubrí que había olvidado el cable del TomTom, publiqué en Facebook con toda la pena y Santiago, un amigo de DF se ofreció a prestármelo (y salvarme la vida), pasé por él a su hotel y me fui a dormir.

Al otro día desperté 5:30, me alisté, desayuné y salí a las 7 para acomodarme en mi corral. Ya dentro del corral B, enmedio de la aglomeración, me colé lo más adelante que pude, sentí la adrenalina recorrer todo mi cuerpo y enchinarme la piel, me puse los audífonos, puse esta powersong y comencé a dar saltitos, cantar y baliar solita, feliz. Un par de chicos me interrumpieron para preguntar qué escuchaba y decir «It seems to be a really good jam» jaja. Los pelé poquito, me puse en el pinche mood de día perfecto, avancé un poco ¡y arranqué!

7:30 AM, la mañana estaba perfecta, yo tenía todo lo necesario dentro y fuera, estaba listísima y feliz. Mi objetivo claro era hacer RP, romper los 3:28 que cronometré en 2013, en el momento en que estuve más fuerte y entrenada. Para lograr un 3:25, tendría que correr a 4:52 min cada kilómetro, eso busqué hacer, aunque la emoción me hacía meterle más duro, me gobernaba poquito y bajaba el paso. En el kilómetro cinco nomás no sé qué me pasó, atravesé la primer gran aglomeración de porras, me emocioné de más y, a pesar de ser una subida, ¡marqué 3:56!

Entonces me comencé a esforzar en serio por bajar el ritmo y lo fui logrando. Las hordas de porristas eran IMPRESIONANTES, cada vez que salía de una de ellas, tenía una sensación de: ¿QUÉ DEMONIOS ACABA DE SUCEDER?, la piel erizada y la adrenalina invadiéndome toda, eufórica. Así una y otra vez, en cada barrio, con cada disfraz, cartel, cada palmada, mirada, grito de ¡VAMOS MÉXICO! ¡ÉCHALE MIJA! Crucé el 10K en 48, perfecto, pensé. La temperatura comenzaba a elevarse y con ella mi miedo de que el calor excesivo le diera en la madre a mis objetivos. En un mensajito previo, una amiga a quien admiro mucho me ORDENÓ que no hiciera berrinches y me comiera todas mis gomitas. Y así lo hice, llevé cuatro paquetes de gomitas Honey Stringer y dos de gomitas Gatorade, que fui comiendo sin parar (¡me las acabé todas!), entonces jamás viví ese momento horroroso de falta de azúcar en el que, como dice mi amiga, no puedes más y comienzas a preguntarte la existencia de todas las cosas del mundo jaja.541135_238224258_xlarge

Quedé de verme con mi familia en el Barrio Chino. Pensé que sería en el km 21, pero cuando llegué no estaban ahí, entonces seguí y seguí, en el 26 había una megapantalla con mensajes que ustedes me escribieron, apenas vi el primero pero me recargó la energía. Andaba feliz y flotando. En mi mente solo me repetía lo mismo una y otra vez: Eres fuerte, veloz y ligera. Un buen tramo pensé en mi abuelo, que recién falleció y en cómo dedicó su vida a ir tras su pasión hasta conseguir vivir de ella (era compositor). Pensé en que, gracias a su ejemplo y su energía, yo estaba ese día ahí. Le dediqué mi carrera de corazón.

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El solazo seguía y yo con mallas largas, pero me aguanté y me puse a pensar en otra cosa. Me decía: eres hermosa, veloz, te ves genial, hoy es tu día, eres imparable. Neta me echo unas pláticas internas motivaciones muy cañonas en mis maratones, funcionan impresionante. De pronto estaba ya llegando a Pilsen, el barrio mexicano, mi súper favorito: pasé frente a toda la porra levantando el brazo, respondieron con gritos de ánimo: vamos, arre, dale!!!!

541135_238972997_xlargeAvanzo unos pasos y veo como un corredor invidente tropieza, cae al piso y se levanta con la nariz rota, mucha sangre y cara de profundo sufrimiento :S, sentí más responsabilidad de hacerlo bien en su nombre. Ya por ahí del kilómetro 30, las piernillas de repente bajaban tantito el ritmo, me sentía entera y fuerte pero un poco deshidratada, a pesar de que tomé agua y Gatorade en cada abastecimiento, el sol estaba intenso y el clima seco y yo no alcanzaba a reponer líquidos. Entonces recordé un secretito que aprendí en mi certificación en marzo: si das un arrancón de 50 metros al 80% de tu máximo, tus músculos se reactivan y pueden elevar el ritmo. Lo hice y funcionó impresionante.

541135_238972994_xlargeLo seguí haciendo cada 5 kilómetros, para no bajar mi ritmo objetivo. Por fin apareció el Barrio Chino, quedamos de vernos en el arco, no las vi, avancé un poco más y ahí estaban!!! Gritos, les lancé un beso y me fui recargada por mis últimos 7 kilómetros. Ahora los arrancones los daba cada 3, 2. En esos últimos kilómetros es cuando generalmente ya estoy harta y decido dejar las gomas y el agua y todo. Pero dije: no esta vez. Seguí comiendo e hidratándome sin parar. Llegué por fin al puente desde el cual entras hacia el centro, ya todo de bajada y con mucha porra. Me iba por las partes con menos sol, pero de pronto volvieron los edificios que me cubrían,  ya solo faltaba una milla, vuelta, una mini subida que se siente como el Everest, vuelta, meta a la vista, aprieta, cierra, cierra, FIIIIIIIN!!!!! BRAZOS ARRIBA, MIRADA AL TOMTOM, LO LOGRASTE CARAJO!!!! Estás más fuerte que hace tres años, más fuerte que NUNCA. 541135_238087061_xlarge541135_238087160_xlarge

Cruzando la meta recién sentí el dolor: en las piernas, en los pies, en las pestañas pues. Caminé tranqui, vi un fotógrafo y le pedí foto. Levanto mi medalla y la pierna para la pose, se me trepa el gemelo jaja y me doblo en el primer calambre de mi vida.

541135_239075234_xlargeSe me acercan dos voluntarios: Are you OK? No! Do you want a wheelchair? NO!!! Nomás dejé que se me pasara tantito, me enderecé y todavía con el calambre puesto hice como si nada, posé pa la foto con sonrisota y seguí mi camino cojeando. 541135_239075235_xlargeMe daban comida y la fregada, me tomé el Gatorade malteada de chocolate porque se debe, pero yo lo que quería era POR FIN, LLEGUÉ A LA MESA DE CERVEZAS, brindé con el extraño junto a mí y caminé hacia la post race party. Llegué a la letra M, puse mi capita en el piso, me acosté y ¡a morir a gusto! Luego fueron llegando amigos, familia, tomamos fotos, platicamos  y nos fuimos a descansar y morir un ratito al hostal. Luego comimos delicioso y el resto de la semana fueron paseos, comidas increíblemente ricas, baile, música, cerveza y diversión con amigos y familia.

Una vez más, mi mejor vacación del año. Gracias por sus porras y energía, fueron conmigo de principio a fin. Ah, y descubrí dos días después gracias a un amigo que clasifiqué ya para Boston 2018!!! No saben qué rica me supo la noticia :).

En cuanto al maratón, este no lo corrí flaca ni súper en forma físicamente. Pero traigo una mente muy ruda últimamente. He tenido cada vez más presión en la oficina y sobrellevar esas situaciones me ha servido a manera de entrenamiento alternativo, tanto que, a pesar de haber entrenado solo unas dos a tres veces por semana (eso sí, sin saltarme mis distancias), haber comido medio gordo pa sacar el estrés de repente y haber dormido poco por lo mismo, logré dar mucho más que nunca antes.

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Aquí lo que marcó mi TomTom, si le das click a la imagen puedes ver todos los detalles.

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Y de acuerdo a mis zonas de frecuencia cardiaca, me fui partiendo la madre de principio a fin. De verdad me esforcé a tope pero jamás lo sufrí :).

Ah, corrí a 4:52, ritmo al que debí hacerlo para cronometrar 3:25, pero se me fue que en carreras Tan grandes cómo está, no sigues la línea azul todo el tiempo y terminas corriendo varios metros más. Entonces corrí 42.73 en lugar de 42.195 y ahí quedaron mis dos minutos ☹️.

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Y para los que preguntaron por qué llevaba dos pares de audifonos, esta es la historia: tenía ya una playlist lista en mi Spotify en el celular e iba a llevar audifonos alambricos porque los inalámbricos que tengo con Bluetooth solo duran tres horas con pila. Dejé conectado mi cel por la noche y en la malaba descubrí que el cable se había fregado y que no había cargado NADA 😰. Entonces lo cargué una media hora con un cable prestado y me llevé los inalámbricos (otros sin Bluetooth) por si mi cel moría. Y no murió!! Y me estaban fastidiando los audífonos y estaba medio molesta conmigo por olvidar cosas tan importantes, pero me relajé y eventualmente se me olvidó el tema.

Y lo de mi vena del brazo, pues supongo que se marcó porque estaba deshidratada y haciendo fuerza 😎💪🏻.

Ahora me toca cambiar mi estilo de vida para conseguir resultados diferentes y mucho mejores en Boston, mi próximo maratón, en abril de 2017. Quedé contenta porque sé que hice y di lo mejor de lo que hubiera sido capaz con las condiciones en las que estuve. Pero quiero más, sé que puedo más y voy por mucho más.

Felices kilómetros

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Publicado por Araiz

Periodista, bloguera y 27 veces maratonista. Xalapeña apasionada del café, viajar y correr.

8 comentarios sobre “Crónica del Maratón de Chicago 2016

  1. Felicidades, si se nota que traes una mente más ruda hasta en la manera que redactas muy diferente a tus últimas crónicas… Atravieso por una situación de trabajo similar, emprendí mi propio negocio y este primer año me fue muy bien pero había temporadas de tanto trabajo que era imposible correr o hacer CrossFit de verdad lloraba porque era muy competitiva y en cf siempre subía a podium en mis 3 últimos eventos pero ya estoy tomando mi ritmo y aunque bajaron mucho mis tiempos, mi fuerza, subi 5 kilos y ya no «traigo nada» tomé una frase tuya que me gustó «Que el deporte no sea una fuente de estrés más sino de alegría» o algo así muchas gracias por tu crónica Araiz, como siempre inspiradora!!

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  2. Inspiradora tu crónica, sin duda. Ésta la disfruté mas que otras.
    Este domingo corro mi primer 21K, trataré de darle mas peso a lo emocional y motivacional que a lo físico.
    Felicidades por tus logros y sigue compartiendo.

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  3. Muchísimas Felicidades! De verdad un super tiempo y un logro mas en tu vida y carrera personal! fue un gusto saludarte y como siempre me encanta tu blog! 🙂 XOXO

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