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El tres de pronto ha sido muy mi número: Arriola va casi siempre en las listas en el tercer sitio, corrí mi primera carrera de 3km y gané mi primer tercer lugar. Mmm algo enredado, ¿No?, pero aquí les va la historia:

Hace algunas semanas vi un cartel en la alberca donde entreno invitando a una carrera de 1 y 3 km de «convivencia vecinal», fui a inscribirme, me dieron mi número : 90 y un mapita de la ruta, que pasaría afuera de mi casa. Nunca había corrido un 3km, así que seguí entrenando normal y el día de la carrera tenía a mi amiga Silvia de visita en mi depa, ella no había corrido ninguna carrera antes, pero la inscribí y también a Montse.

La mañana del domingo a las 6:45 am me despertó en el celular la voz melodiosa de Montse, que pasaría por mí para ir a inscribirlas a ella y a Silvia, así toda zombie y muriendo de frío me puse un pants y salí a hacer el trámite, después regresamos a tomar un desayuno: una guayaba, media concha y una taza de café fue lo que comí. Mala elección.

A las 8:55 estábamos ya listas las 3 en la línea de salida: atrás de mí había dos señores de ésos que se ven maratonistas de años, les dije que yo nunca había corrido una carrera de esta distancia y les pedí un consejo, entonces me dijeron que le metiera todo desde el principio hasta el final, ir a tope, pues, en ese momento sentí la adrenalina correr por mi cuerpo, me puse un poco nerviosa y cerré los ojos, el político habló y dió el disparo de salida.

Yo salí corriendo como caballo loco, como nunca antes lo había hecho, iba hasta adelante de las mujeres, pero después de cien metros comencé a sentir un malestar en el diafragma por culpa del café que había tomado temprano y que me irritó el estómago, bajé un poco la intensidad pero seguí sintiendo presión en el pecho y cuello, en ese momento pensé en lo estresante que resulta correr distancias cortas, pues cada pisada es determinante para tu resultado, decidí aguantar el malestar y seguí con mi ritmo.

Poco a poco comencé a ver cómo algunos hombres me rebasaban, de pronto una chica pasó por mi lado, luego otra y, más adelante, escuché una señora que venía haciendo ruidos horribles, como pariendo detrás de mí, se notaba que estaba dando el cien de su capacidad, la vi rebasarme y supe que estaría quedando en cuarto lugar de mujeres, nunca había estado tan cerca de los primeros lugares, así que me motivé y seguí con mi ritmo.

Cuando ya faltaban unos trescientos metros, la calle iba casi vacía y una chica se acercó a mi lado, se pegó a mi cuerpo y comenzó a codearme y me decía que no me le pegara y yo con una cara de WTF??? :S, me daba igual si me rebasaba o no, sólo quería que me dejara de molestar, pero no podía decirle nada pues perdería concentración, así que la ignoré y la ví rebasarme un poco.

Ya faltaban sólo 150 metros y decidí dar todo lo que me quedaba de energía, hice un sprint y llegué a la meta justo un paso antes que mi loca intimidadora (trágate mi polvo!! jajaja), me sentí feliz por mi cuarto sitio femenil. Caminé por el abastecimiento con la respiración súper agitada, toda roja y con la cara palpitante. Más adelante encontré a los señores maratonistas que me presumieron su tiempo de 11:19, los felicité y me puse a platicar con ellos, pero de pronto comencé a sentir dolor en el estómago muy fuerte y me tuve que sentar en la banqueta.

Sentía como una bola en el estómago, mucho dolor y náuseas, además de estar súper mareada, así que me senté junto al bote de basura respirando profundo y pidiéndole a los dioses que me ayudaran para no vomitar, estaba desesperada. Entonces llegó Montse y me comenzó a platicar su carrera, pero yo no podía escucharla, me acosté en el piso y respiré profundo mientras sudaba fío. Montse vio mi súper mal estado y me propuso pararnos y caminar un poco, en eso estábamos y ya me estaba sintiendo mejor cuando comenzaron a decir los ganadores de la categoría libre y de pronto escucho: En el tercer lugar, Araiz Arriola Gómez.

En ése instante se me olvidó el dolor y corrí a recibir mi premio, pasé a una mesa para que apuntaran mis datos completos y Montse y Silvia que ya había llegado me tomaron estas fotitos (gracias!). Después me llamaron al podium, pasé a recibir mi diploma, el político me felicitó y yo fui la más feliz de las ganadoras, toda sonriente y de brazos levantados.

Lo más cerca que había estado de un lugar fue en la carrera de 5km de Mexicana en mayo, cuando quedé en cuarto sitio de mi grupo de edad, pero ahora, de entre mil personas había sido la tercera mujer más rápida, fui a preguntar mi tiempo y me dijeron 13:05, osea que corrí el kilómetro a 4:20 minutos, nunca había corrido ni siquiera un kilómetro a esta velocidad, esto reforzó mi seguridad en que puedo ser veloz y no sólo resistente.

Montse muy linda acompañó a Silvia un tramo y después se fue sola, de todos modos tuvo un tiempo muy bueno, abajo de los 20 minutos, Silvia terminó su primera carrera y regresó a Xalapa feliz con su medalla, espero que esta sea la primera de muchas más.

En cuanto a mí, quedé más adolorida que después de mi maratón, las piernas llenas de lactato pero feliz, feliz, feliz. Terminé el día en Coyoacán con mis amigas con los famosos tacos de Chupacabras, Silvia no se podía ir del DF sin haberlos probado.

Pues fue un fin de semana padrísimo y desde entonces, como por arte de magia, mi ritmo de carrera por kilómetro subió muchísimo, antes entrenaba como a 5:20 – 5:30 el km y ahora, casi sin proponérmelo, he estado en 5:00 o menos, es impresionante el papel que juega lo psicológico en todo esto, así que les sugiero la próxima semana exigirse un poco más, creérse que son más veloces y verán los cambios, les aseguro.

Saludos y linda tarde desde el DF

Araiz