Crónica del Maratón de San Francisco 2016

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Me inscribí a San Francisco un poquito en un impulso. Acababa de tener un mal resultado en Lima, pero sabía que no había sido por falta de preparación, sino por falta de concentración, sabía que podía mejorarlo y tenía que ser pronto, antes de septiembre para entrar en la ventana de inscipción de Boston 2017. Durante el entrenamiento tuve mil cosas de trabajo que no me permitieron hacerlo al cien, muchas veces decidí irme a dormir en vez de al gimnasio, pero parece que lo supe balancear bien. Perdí un par de kilos y, aunque no llegué flaca, sí llegué muy fuerte en cuerpo y mente.

Me fui de viaje con novio, que corrió su primer 21K. Llegamos a las 12 de la noche a SF y nos dejaron esperando dos horas y media en migración. Estuvimos por fin en el hostal a las tres de la mañana y descubrimos que alguien había tomado la maleta de novio, la abrió y encontró puras pepitas y medicinas para la presión, 40 minutos de llamadas y estrés. Me dormí cansadísima y al otro día desperté a las 10 para bañarme y cambiarnos de hostal. La primera noche conseguí en el centro, pero los demás días en Fort Mason, un fuerte militar de la Segunda Guerra Mundial a la orilla del mar.

IMG_8662Llegamos y teníamos que ir rápido por los paquetes, pues a la una comenzaba el partido de beisbol para el que teníamos boletos. Busqué la entrega de paquetes en el mapa y descubrí que era ¡a dos minutos caminando! Estaba en el mismo Fort Mason, solo en otro edificio. IMG_8635Fuimos rapidísimo, camiseta, número, cerveza sin alcohol y Uber al estadio. Llegamos al estadio, me compré unas papas fritas con ajo y parmesano y viví por primera vez la experiencia del beis en EUA, increíble, vimos a los gigantes de SF. El estadio padrísimoIMG_8811a la orilla del mar, con gaviotas y puro gringo gritón. Salimos muriendo de hambre y encontramos un restaurante italiano buenísimo donde comimos pizza de hongos de pasta delgada y nos fuimos a descansar.IMG_8809 Todo el día (y los días anteriores) estuve tomando agua con NUUN. Tenía que dormirme a más tardar a las 9, para estar despierta a las 4, pues mi oleada salía a las 5:30 y los corrales cerraban 5:15. Estaba estresada, emocionada, nerviosa, preparé mis cosas, me di un baño, apagué la luz y cerré los ojos. Calculo que 9:30 me logré dormir. A las cuatro desperté, me cambié, desayuné un bagel con mermelada y un café y pedí mi Uber.

IMG_8663 La salida estaba a 2.5 kms, o 12 minutos, pero había tarifa dinámica…de 5.6, osea que pagué el Uber más caro de mi vida: 600 pesos en pool. Ni modo, lo valió. Llegué a la salida a buen tiempo, me tomé foto, presentaron al coro de tranviarios de San Francisco, cantaron un popurrí a capella y ¡pum! Disparo de salida.IMG_8669El clima estaba fresco, por ahí de los 11 grados, la humedad perfecta, mi cuerpo endorfinado, todo listo, todo ideal. Decidí correr a tope. Arrancamos del Ferry Building, muelle del que salen los ferrys que van a Oakland. Corrimos por toda la costa hasta mi hostal, vi mi cuartito desde la ruta y ahí vino la primera de las que parecerían cien subidas intensas y desquiciadas. Corrimos por la calle del parque del hostal, que es una reserva natural, hasta llegar a un paraje increíble: a mi derecha la neblina, que casi no dejaba ver nada, un prado café oscuro  bajando hacia el mar, una parvada de pájaros negros volando despacio, el ruido de los pies de los corredores, el frío rico que calmaba la agitación de mi cuerpo. En verdad hubiera querido que lo vieran, porque era perfecto. En cuanto al ritmo, mi objetivo era correr en 3:32, para eso necesitaba mantenerme a 5:00 min/km, sabía que esto no sería tan estable, pues las cuestas y bajadas harían que corriera más rápido o lento. En algún punto de los primeros cinco kilómetros, me encontré corriendo dentro del grupo de pace de 3:25, el ritmo no me costaba trabajo, estaba feliz, pero decidí bajar el paso, pues sabía que seguir con ellos sería contraproducente en la segunda mitad. Bajé el paso y me esforcé por ir en 5 aunque se sintiera “lento”. De pronto entramos al bosque y llegó esa loca cuesta que ya me temía: una muralla interminable, bajé la vista y me concentré en mis pies, tenía que subir en puntas, con pasos cortitos pero constantes y la espalda recta, seguí y seguí sin parar ni forzarme, encontrando un ritmo cómodo pero exigente y eventualmente llegué a lo plano, pero luego las subidas siguieron y siguieron hasta llegar a la entrada del Golden Gate: kilómetro 10 y yo ya estaba cruzando ese puente espectacular, la neblina estaba bajísima, solo dejaba ver una parte de las columnas, había llovizna y, aunque no soy fan de tomar fotos durante las carreras, decidí hacer una de ese momento inolvidable. IMG_8671Cuando estaba guardando mi celular, me alcanzó el pacer de 3:30 y dije «chin, ahora me pego con él». Y lo hice, subimos la primer mitad del puente, bajamos la segunda, cruzamos, dimos vuelta y de regreso. Me dije a mí misma: «Aguanta solo 32 kilómetros con este amigo y listo». Pero no era tan fácil, él seguro era de SF, porque en subidas, bajadas o plano llevaba exactamente el mismo ritmo. Yo no podía y me comencé a desesperar, así que pensé: «que suba, de bajada lo alcanzo». Y así fue, en las bajadas me dejaba ir, fluyendo con el movimiento de mis piernas sin frenarme. En las subidas bajaba poquito el ritmo pero no me estresaba por eso. Así fuimos danzando, de pronto estábamos ya en el kilómetro 21 y pensé “ya viene el afloje” y así, el 25 llegó solito y el 30 también. No me dolía nada. Tomé el dije de unicornio, que me regaló mi amigo Daniel, y pensé en mi sueño de Boston, en mi familia, en todas las personas que creen y apoyan mis locuras y en todo lo que había pasado en mi vida en los últimos años y por lo que valía la pena hacer ese esfuerzo. IMG_8713Todo eso “lo puse” en el dije y decidí tocarlo cuando me faltara fuerza. En el kilómetro treintaitantos entramos de regreso a la ciudad, una pequeñísima subida y el resto sería pura bajada. Había ido comiendo gomitas de Honey Stringer desde el principio, una o dos cada 10 minutos, ya llevaba tres paquetes y tenía el cuarto en la mano, pero ya no quería. Estaba haciendo berrinchito. Había tomado agua o Nuun en casi cada puesto de abastecimiento, pero ya tampoco quería pararme a tomar. Me obligaba a beber líquidos, pero después del kilómetro 32 ya no comí una gomita más. Eso me bajó el azúcar y me puse como de mal humor, no me dolían las piernas o alguna lesión, solo estaba harta, desesperada, como cuando tienes mucha hambre mucho tiempo y no consigues comer. De repente pasamos por una parte fabril que estaba llena de plantas de anís: las flores olían delicioso, tomé mi unicornio y recordé mis motivos: faltaban solo cinco kilómetros y ya aunque los hiciera a ritmo de 6/km, lo conseguiría. Me relajé un poco. Al fin vi la meta en el horizonte, estaba muy cerca, pero nos desviaron a la derecha en el muelle del Ferry Building, de esas vueltas que no te esperas ni te encantan jaja, pero pues ya vi el mar y las personitas y decidí mejorar mi actitud. Vuelta vuelta, corre un poco más, ya casi, ya casi, ¡META, LO LOGRASTE, DOS MINUTOS MENOS DE LO QUE ESPERABAS!

IMG_8679Estaba feliz y destruída, apenas crucé la meta comencé a sentir dolor fuerte, a cojear, avancé unos pasos, me alcanzó un negro fuertote y me dijo “Hey, it was hard to keep up with you” :O me sentí muy chingona, me senté en un escalón y reposé mi adolorida humanidad. Cinco, diez minutos, decidí seguir, me pusieron la capita anti frío y me comenzaron a dar comida y más comida: tomé un licuado de proteína, recibí mi medallota y me volví a sentar. Me llamó mi mamá y me gritó «¡nos vamos a Boston!», ella ama la ciudad y está feliz de volver. Después me llamó mi hermana en el mismo plan ❤️. Entonces me marcó novio, quería romper las dos horas y había terminado en 1:53, ¡genial! Nos fuimos por una cerveza, me encontré a Alex Roudayna, de México, que quedó en tercer lugar del 21K con 1:22 (WOW!), pedimos un Uber y nos fuimos a morir un ratito. De eso que no sabes si dormir, comer o bañarte. Nos bañamos, llegó la maleta de novio y salimos a comer a una barra de ostiones en el embarcadero. Pedimos una sopa de ostiones deliciosa (la mejor que he comido en la vida), media docena de ostras crudas y cerré con un helado de café. IMG_8760Luego caminamos por todo el muelle hasta la playa, la fábrica de chocolates Ghirardelli, y al fin llegamos al hostal, que estaba a un lado. Lo demás fue dormir y dormir y por ahí de las 11 desperté muerta de hambre y sin nada de comida cerca, entonces probé Uber Eats, el uber de comida que hay en SF, en media hora tenía un caldo tailandés de res con fideos de arroz, delicioso. Comimos y a dormir de nuevo. Los siguientes dos días fueron de caminar y caminar en promedio 20 kilómetros diarios por toda la ciudad: cuando volvía a pasar por las subidas de la carrera no lo podía creer: estuve tan eufórica que no las vi como realmente eran, las sentí mucho más suaves y amables, el cóctel de adrenalina con endorfinas hizo magia.IMG_8769Fue un maratón increíble y un viaje padrísimo. Les súper recomiendo la carrera y para quienes preguntaron cómo atacar una ruta tan accidentada, mi consejo es el siguiente: en las subidas da pasitos pequeños, cortos y constantes con el metatarso y punta, conservando el torso erguido. Y en las bajadas simplemente déjate llevar, permite que las piernas hagan su movimiento natural y no las frenes (ahí te lastimas las rodillas). Y en cuanto a lo mental, la vida, mi vida, ha tenido muchas subidas y bajadas recientemente y he entendido que tendré malos momentos, pero que eventualmente eso se resolverá. Lo mismo aplica en la carrera, ten paciencia contigo cuando bajes el ritmo en las subidas, no te maltrates, date chance, en la bajada te recuperas, seguro.

Aquí la altimetría:

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Aquí lo que me marcó el Tomtom 😀, saqué la primera mitad en 1:44 y la segunda en 1:46, ¡nada mal!

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Estoy muy feliz, motivada y agradecida con mi entrenador y cada uno de los amigos que de una forma u otra me apoyaron en esto. Quedé en lugar 10 de categoría y para mi siguiente maratón, Chicago en octubre, haré el experimento de entrenarme a mí misma para ver qué tal funciona lo que aprendí en mi certificación en marzo. (Mi entrenador, Fher, es lo máximo, pero esta vez quiero probarme). Ya les iré platicando cómo sale el asunto.

En este post les conté mi experiencia muy personal, en el de mañana les paso todas las recomendaciones de la ciudad: dónde hospedarse, vuelos, paseos, comidas, etc <3.

Felices kilómetros.

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Publicado por Araiz

Periodista, bloguera y 27 veces maratonista. Xalapeña apasionada del café, viajar y correr.

11 comentarios sobre “Crónica del Maratón de San Francisco 2016

  1. Wow que padre manera de pensar Araiz, me gusta tu Blog, y tomare tus consejos yo estoy súper emocionada apenas en Enero 2017 hare mi primer maratón aqui en Los Cabos. Me gusta realmente los consejos y tips que das!
    Un abrazo

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  2. Ara!!!
    También estuve ahí con mi familia, mi esposo lo corrió junto con otros 5 amigos que corrieron su primer maratón!
    Me hubiera encantado verte y darte un abrazo.
    Ya será cuando vengas a Boston.
    Mil felicidades, qué carrera tan espectacular!
    San Francisco es la onda 😊

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  3. Muy bonito post Araiz, yo correré mi primer maratón el próximo año: lala 2017, estoy entrenando para poder lograrlo y quisiera hacerlo a 5 el km o por lo menos terminar en 3:40. A veces cuando entreno las distancias me desespero y pienso no poder lograrlo… Pero al leer tus experiencias, me transmites confianza en mi misma y tranquilidad. Estoy muy contenta como poco a poco, gracias a los entrenamientos he avanzado, creo en mí y lo lograré.

    Saludos!

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  4. Araiz, que manera de correr!!! el año pasado corrí mi primer Maratón en Guadalajara y con tu crónica fui repasando cada etapa de lo que hiciste y se me ponía chinita la piel al recordar como me fue en la experiencia de correr un maratón! Creo que correr un Maratón es una experiencia única que te prepara para muchas cosas en tu vida personal!!! Animo y Muchas Felicidades!!!

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  5. ¡¡Araíz!! Muchas felicidades, me gusta tu relato. Para mi esta ocasión fue la segunda vez que lo corro y es maravilloso. A mi parecer la primera parte es la más bonita y también la más demandante pero los paisajes y correr en el IMPONENTE y hermoso GGB es, sin duda alguna, lo mejor.
    Si planeas regresar por estas tierras, contáctame, vivir en San Francisco me ha dado la oportunidad de correr en hermosos trails y rutas que, además de hacerte sentir que tus piernas explotan por las subidas, tus ojos se deleitan con los hermosos paisajes.
    Por cierto, la parte en la que se corre dentro del GGP y pasas por Stow Lake, me recordó a mi hermoso DF y el lago de Chapultepec. Bueno, aunque el de aquí es mucho más chiquito, me acordé de mis carreras y entrenamientos y ahí siento un empujón de energía y algo de nostalgia.

    Sigue corriendo, tenis viajeros, disfruta la vista y mucha suerte en Boston 😃👍🏻

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  6. Araiz neta que buenas palabras y manera de describir la emoción y todos los detalles detrás de correr un maratón, yo apenas iré por el primero en el de la CDMX, muy buenos consejos y tips para cada tipo de carrera, en verdad se ve que te apasiona y disfrutas correr, un abrazo y exito en todo lo que te propongas! 🙂

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  7. Araiz!!
    ya estoy inscrita para el marathon de San Francisco 2017!!!…
    me dio algo de miedo, no tenia idea de las subidas y bajadas que tenia la ruta, hasta despues de que me inscribe…
    esperare con ansias tu siguiente post sobre las recomendaciones de hospedaje, vuelo y lugares turisticos
    Saludos,

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  8. Qué buena crónica, me gusta leerte cuando está próximo el maratón. El año pasado me lesioné y no pude correr pero este año he entrenado mucho. He notado que me pasa no querer seguir comiendo las gomitas ya avanzada la carrera (hacías «berrinchito»). Tienes que forzarte a seguir comiendo?

    Saludos

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