Cualquiera que no corra y vea a un corredor en los últimos 10 kilómetros de un maratón se preguntará ¿por qué demonios hacen esto, por qué llevan a su cuerpo a esta situación horrible de dolor y fatiga completamente innecesaria? Y tienen un punto, correr largas distancias duele, pone tu cuerpo y mente muy fuera de su zona de confort (lease sofá) y los lleva a enfrentarse a sí mismos de todas las maneras posibles.
Suena muy mal, pero, ¿por qué lo seguimos haciendo? Cada vez que alguien me dice que admira mi “fuerza de voluntad” agradezco, pero en silencio pienso “no tengo nada de esa fuerza” en serio, nada. Yo lo hago porque me apasiona, por placer, por vicio, porque no lo quiero fuera de mi vida. Por el puro gusto.
Un nuevo estudio psicológico polaco descubrió que los corredores tendemos a desarrollar amnesia selectiva. Después de un tiempo, se nos olvida cuánto sufrimos en una carrera y conservamos únicamente los recuerdos felices. La intensidad de esa amnesia depende de cuánto disfrutaste la carrera.
El dolor sentido mientras lograbas algo bueno tiende a ser menor que el que experimentaste en una situación desagradable. Un ejemplo son los dolores de parto, la mayoría las mamás recuerdan el momento con la alegría de haber dado a luz y dejan en segundo plan el evidente sufrimiento.
En un estudio de la Universidad de Cracovia, Polonia se preguntó a corredores de maratón su nivel de dolor mientras cruzaban la meta de un 42K. El promedio fue de 5.5 en una escala del uno al 10. Tres a seis meses después, les volvieron a hacer esa pregunta: quienes disfrutaron casi no recordaban el dolor, mientras que quienes no se divirtieron recordaron claramente el sufrimiento.
¿Moraleja? Si quieres sufrir menos, aprende a divertirte desde que sales hasta la meta, lleva audífonos con música que te haga sentir feliz, interactúa con las porras y aprovecha su energía, repasa mentalmente todas las locuras que hiciste para llegar a ese día y agradece mucho mucho tener la salud y el cuerpo necesarios para estar viviendo un maratón más. Bye bye drama 🙂
Felices kms
Araizcorre.com 
Siempre tan identificado con tus escritos.
Gracias y saludos
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Tienes toda la razón, el domingo 3 de abril corrí el maratón de Paris… Los últimos 10 k son una tortura que parece que nunca termina, llegando a la meta la historia cambia. El terminar un maratón es una satisfacción inmensa
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Hola:
Hace poco leí un texto muy parecido de Vero Velázquez. Sería padre abordar lo mismo pero desde otra perspectiva.
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Je no he leído el texto de Vero, pero somos muy amigas y supongo que tenemos una perspectiva similar, ¿qué le hago? ¡Saludos!
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Cualquier persona que en su vida no allá corrido, nunca entenderá por mil razones que se les den.
Estupendo artículo, gracias Araiz, y claro a seguir corriendo que el mundo todavía no se acaba.
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