Crónica de la Spartan Race Chicked

Las Spartan Races llegaron a México a conquistar a un montón de corredores y no corredores, que entusiastas fueron por la trifecta y se atascaron en lodo a tope. Yo apenas el año pasado hice la Spartan Sprint del Estadio Azteca, un 5K con 20+ obstáculos, ¡muy rudo! Pero súper divertido. Hace un par de semanas, me contactaron de Reebok para invitarme a correr la primera Spartan Chicked del mundo, que se haría en México.

Una Spartan Chicked es un evento exclusivamente femenino, serían 7.5 kilómetros en el Valle del Silencio, Estado de México, le pensé un poquito por mi dedo, pero a últimas me sentí mejor, me decidí y ahí me tienen tempranito a medio bosque, alistándome para la aventura.

Yo soy florecita de asfalto, me gusta correr rápido sobre superficies uniformes jaja pero estas carreras te sacan de tu zona de confort y te obligan a divertirte como cuando eras niño, revolcarte en el lodo y explorar a fondo las capacidades de fuerza y resistencia de tu cuerpo.

Así fue, formamos el grupo de las 12:30 de la tarde, gritamos AROOOOOOO y salimos disparadas cuesta arriba, entre piedras y tierra.

Salté un muro, corrí unos metros más y de pronto me dicen ¡métete al agua! Cuando menos me di cuenta, ya estaba metida en un lago artificial, caminando entre algas. Soy pequeñita y pronto el agua me cubrió el rostro, así que comencé a nadar, un par de metros y salí del agua. Helada y empapada corrí cuesta arriba ¡buenos días! Me habían despertado completamente de una forma intensa, me encantó, me sentí viva, feliz y cargada de adrenalina. ¡A correr! Así siguieron pruebas cada vez más rudas, en una parte me dieron un costal de 10 kilos y tuve que subir y bajar una empinada loma con él encima, sentía que ya no podía, pero seguía, lo solté y, ya ligera, salí corriendo entre matorrales altos.

Luego llegó una zanja que tenía que saltar, lo pensé un poquito y me aventé, no pasó nada. Soy fuerte y poderosa. Después el pecho tierra bajo alambre de púas, puedes deslizarte, pero lo mejor es rodar. Y así lo hice: rodé como niña chiquita sobre el lodo, empanizándome a guuuusto. Al final estuvo rudo: Tuve que colgarme con pies y manos de una red de cuerdas que estaba a unos tres metros del piso y avanzar así un par de metros ¡una locura! Me dolió y me costó, pero una vez más lo conseguí.

¿Quién demonios dijo que estas eran carreras para hombres? Salté una barrera de fuego y crucé la meta con los brazos elevados, feliiiiiiiiz.

Así fue mi Spartan Race Chicked, una semana antes de mi Maratón de Lima, me hizo recordar que corro por gusto, por diversión, por pasión y que nunca, nunca quiero dejar de hacerlo por estas razones.

En cuanto al calzado que probé en este evento, los Reebok All-Terrain Series, quiero decir que cada cosa que promete la cumple al cien: Saliendo del lago, el agua drenó por sus canales y los zapatos estaban secos en unos cuantos minutos, la suela tiene gran tracción y se agarra de los muros y obstáculos, haciendo muy sencillo treparlos sin resbalar, así como correr sobre el lodo sin caerte. Además, son ligeros y puedes meterlos a la lavadora sin problema. Fueron diseñados por campeones de Spartan Races y son, definitivamente, los tenis ideales para cualquier adicto a las carreras de obstáculos. Pronto publicaré una reseña más detallada.

Ahhh y nos recuperamos con unos taquitos de cecina con aguacate. Nos los ganamos 🙂

¡Gracias Reebok por la invitación y gracias Spartan Race México por producir eventos tan impecables, amé la experiencia!