Mi top 5 de estorbos en la ciclovía Reforma- Centro (DF)

La nueva ampliación de la ciclovía, que inicialmente sólo iba sobre Reforma de Insurgentes a La Torre Mayor, es una maravilla. Cuando comenzó todo este programa de ciclovía con carril confinado y Ecobici, debo confesar que me enojó un poco y me pareció elitista que sólo hubiera cicloestaciones en las colonias Condesa, Roma, Cuauhtémoc y Juárez, me pareció un proyecto padrísimo pero cero funcional para mí en particular. Ahora que llegó hasta el Centro, se vuelve, según yo, incluyente y valiente, pues no le teme ni al caos vial de San Juditas Tadeo. Ahora que pasa súuuper cerca de mi casa, la uso casi cada día para ir a comprar alguna cosa, a ver a mis amigos y muchas mañanas es parte de mi trayecto rumbo al trabajo. Circular sobre Reforma (mi avenida favorita de la Ciudad), con hojas doradas cayendo de los árboles con el sol de la mañana o entre las luces de la noche suena precioso y súper romántico, así fueron mis primeros 5 minutos sobre la Ciclovía Modelo, hasta que me topé con los estorbos de los que hoy les hablaré y que me han mostrado a la chofer de pesero que llevo dentro jaja, ahora voy por la ciclovía 50/50, medio tiempo disfrutando idílicamente y medio tiempo mentando madres con una intensidad que me impresiona. Acá les muestro mi top, para que no digan que no les advertí:

1. El primer y más estúpido estorbo son, paradójicamente LOS CICLISTAS, ¡sí!, pero no todos, sino los que no se enteraron de que de cada lado de Reforma hay una ciclovía, cada una en un sentido de circulación. Estos individuos se te aparecen enmedio de la noche sin un foco, reflector, timbre ni grito, van súper veloces y ¡en sentido contrario! yo sí les grito unas cuantas opiniones que tengo sobre sus personas, ahí pa que se vayan educando ¿no? bueno ayer no me tocó un ciclista en sentido contrario, sino ¡un skato a media acrobacia! ¡no hay derecho! jaja este chavo tuvo a bien «darle a la tabla» con los brazos abiertos, cual Santo Cristo, estuvo a dos de abofetearme si no hubiera sido porque le pegué un gritote que lo despertó de su trance sobre ruedas #FAIL.

Otras variedades de ciclistas también molestan MAL PLAN: los acróbatas que gustan de ir rodando en zig- zag, parados sólo sobre los pedales y con los brazos al aire o loas que jamás se enteran de que, si una bici viene tras de ellos más rápido, tienen que orillarse a la derecha para que uno pueda rebasarlos, ¡reglas básicas de circulación, señores! no está padre que tú tengas prisa y te veas obligado a llevar el ritmo del de adelante, que salió nomás a pasear.

2. Peatones intrépidos. OK,  no porque la ciclovía sea importante para mí TODO mundo tiene que enterarse de que ahí está y sirve para que pasen bicicletas, me queda claro que poco a poco la gente se irá acostumbrando (como cuando llegué a esta Ciudad y un trolebús estuvo a puntito de acabar con mi vida sobre el Eje Central, porque yo estaba ahí nomás papando moscas enmedio de su carril confinado). La onda son los peatones que, teniendo la enoooooorme banqueta de Reforma, deciden que lo suyo, lo suyo, es ser almas libres y se embarcan en la aventura de ir caminando por la ciclovía con celular o iPod pegado a la oreja y, aunque les grites y demás, jamás se enteran de que estás ahí, a dos centímetros de pegarles y queriendo pasar…#FAIL. Otros aprovechan ese bonito espacio en el mundo para intentar detener un taxi. Hay otros más osados que vienen caminando hacia tí, te ven a los ojos, notan que vienes sobre la ciclovía montado en una bici y ¡no se mueven de enmedio del carril! ¡ay no, yo sí los mato!

3. Barrenderos con T.O.C. Los barrenderos de Reforma tienen una necesidad frenética de retirar las hojitas otoñales de la ciclovía, estan ahí barrre que barre día y noche, pero ya desarrollaron un condicionamiento del mismo tipo del que tienen las ardillas de Viveros, que ya te ven correr hacia ellas y ni pestañean, algunos (sólo algunos) de estos amigos con grandes botes de basura anaranjados y largas escobas de hojas, nomás no consideran que tu paso por la ciclovía sea más prioritario que su intensa labor de limpieza, así que por más que les avises que vas a pasar, no los haces desistir de su barrido imparable. Y hágale como pueda, damita.

4. Puertas de taxi. Imagínate en una mañana templada, el aire fresco rozando tus mejillas, el sol brillando entre las hojas de los árboles, tú cantando una canción en tu mente, viendo a los coches y el tráfico quedarse atrás mientras circulas ágilmente, todo es taaaaan perfecto y en eso ¡pras! la puerta de un taxi que se paró justo delante de tí se abre ultra veloz e inesperadamente y antes de que te enteres de qué sucedió, los avienta a tí y a tu bicicleta de regreso a la realidad y, ya que están ahí, a morder un poquito de polvo. Los taxis se comportan de maneras misteriosas, así que ¡AGUAS!, mantente siempre pendiente de si se paran para subir o bajar gente a un costado de la ciclovía y mejor detente, no es para nada un buen momento para hacerla de intrépido.

5. Last but not least, el más obvio e irritante: los coches. Sí, coches con conductores que deciden estacionarse sobre la ciclovía para esperar a alguien o nomás echar novio, mientras tú te quiebras la cabeza y/o la espalda para rebasarlos o te quedas atrapado esperando «aver a qué horas» se les ocurre dejarte pasar. Los hay que se congregan, ven el área de oportunidá y suman sus creatividades para armar un improvisado pero funcional estacionamiento en el carril sobre el cual tú  tenías «como» ganas de pasar. Ashhhh, bueno si hay un policía de tránsito cerca, puedes llamarlo para que le diga que se quite y, si no lo hace, le ponga una multa*. Obveeeeeeo los policías de tránsito también hay que esperar a que «agarren la onda», hay algunos súper solícitos que quitan todo de enmedio y están al pendiente de que tu paso por la ciclovía sea agradable y sin obstáculos. Otros prefieren checar su celular, limarse las uñas y así varias bonitas actividades que no les permiten estar al pendiente de tus cosas de las bicis, son gente ocupada, pues, pero tú eres un ciudadano con sus derechos, así que pide amablemente o exige como yo que te echen la mano y estén pendientes de los ciclistas. No puedo dejar de mencionar a los «hábiles» que no ponen su direccional y  de última hora, deciden dar vuelta en la callecita por la que estás cruzando, a veces lo hacen aún viniendo del carril más distante. Bellezas del automovilismo defeño, pues.

* Es suficiente con que cualquier parte del vehículo (automóvil o motocicleta) se encuentre sobre banquetas, rampas, camellones, andadores, retornos, isletas u otras vías reservadas para peatones y ciclistas para hacerse acreedor a una multa, que va de los 10 a 15 días de salario, así como la remisión del vehículo al corralón. (Artículo 12, fracción 9 del Reglamento de Tránsito Metropolitano).

En fin, mis queridos lectores, hoy me desahogé y establecí ante ustedes mi opinión sobre todas estas cosas  que le ponen sabor a mi vida cotidiana, qué sería de mí sin las cinco mentadas y llamadas de atención que salgo a dar cada día jajaja. A pesar de esos detalles, la verdad es que estoy súper feliz con la ciclovía, es algo que hubiera soñano y jamás pensé que se fuera a hacer una realidad tan práctica y plausible, que nos permite a cerca de 20 mil capitalinos transportarnos cada día de una manera más eficiente, económica, desestresante y saludable para nosotros y amigable con el ambiente. ¡Ustedes también anímense a probarlo!

Aquí pueden ver el mapa del «perímetro Ecobici», que incluye la ciclovía y las cicloestaciones de préstamo de bicicletas.

Aquí pueden ver la versión más reciente del Reglamento de Tránsito Metropolitano, en el que se mencionan reglas para circulación con bicicletas y sobre ciclovías.

Y pues eso, ¡a disfrutar de la Ciudad rodando! 🙂

¡Feliz y relajado miércoles!

Y no se excedan con la rosca de Reyes, como lo hice yo, aún no es seis y ya no la puedo ni ver jaja

Araiz

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Publicado por Araiz

Periodista, bloguera y 27 veces maratonista. Xalapeña apasionada del café, viajar y correr.

10 comentarios sobre “Mi top 5 de estorbos en la ciclovía Reforma- Centro (DF)

  1. Hola Araiz

    Al leer tu post note que padecemos los mismos problemas. Yo estudie y ahora trabajo en la Facultad de Ingeniería en CU, y pues estaba súper feliz cuando implementaron de lleno la ciclopista en el campus, porque solo me hacia 10 minutos en bici de mi casa a la facultad y viceversa, pero desafortunadamente hay muchas personas inconscientes, o mejor dicho que les vale mad… ir por la ciclopista y cuando les pides permiso hasta se enojan :S, o peor aun con los automovilistas que se vuelan el alto en los cruces, he estado cerca que me atropellen al menos” 4 VECES”, por personas que no tienen cultura cívica y vial y lo peor del caso es que no entienden y se enojan, en más de una ocasión nos hemos dicho hasta de que nos vamos a morir jajajaja.

    Pero bueno yo entiendo perfectamente tu malestar, y lo que hice fue comprarme un claxon bien poderoso, hasta parezco trailero jejejeje, y con eso al menos les aviso que van en plena ciclopista, sé que no es el mejor remedio pero me ha funcionado, ya que al menos los espanto jejeje y en el mejor de los casos se quitan, en el peor, solo se hacen a un lado y continúan por plena ciclopista :S

    Esperare ilusamente a que la gente cambie y sea consiente.

    Saludos

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    1. A los intrepidos de brazos abiertos, ponles la película de un angel enamorado, y ya verás como se espantan…..
      Es una pesadilla lidiar con toda la bola de mal educados que no entienden los peligros y beneficios de usar la ciclovía, sin embargo a los que nos tocó viajar sobre reforma en bici sin carril especial, la agradecemos ¡¡ MUCHO !! Sin embargo creo que la recomendación de Julio César Morales es buena, aunque hablar con la gente también tiene sus consecuencias, a veces aprenden rápido y lo entienden y a veces no , pero soy de la opinión de que poco a poco estamos creando una mejor cultura de bicis en la ciudad y estoy feliz por ello : )

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  2. Hay que tomárselo con humor porque si nos dejásemos llevar por nuestros impulsos los que tendríamos problemas con la justicia seríamos los que respetamos las normas… 😦 Lamentablemente el respeto a unas reglas básicas de convivencia es algo que brilla por su ausencia en demasiados lugares. Hace poco hablábamos unos bloggers sobre perros que mucha gente lleva sueltos y que molestan e incordian a los corredores mientras los dueños en vez de mantenerlos quietos se ríen con las gracias de su mascota… Perros, vehículos, barrenderos, señoras que no se dejan adelantar, parece que a todos ellos no les importa e incluso les molesta que salgamos a disfrutar pacíficamente de la calle corriendo y yendo por nuestro camino, sin incordiar a nadie… Ánimo, y a vivir con ello, no nos queda otra! 🙂

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  3. Mejor no lo pudiste haber dicho. Me gustó mucho cómo expresaste toda la queja que todos los ciclistas compartimos sobre los estorbos del camino. Creo que sé por dónde vives, y por suerte es una zona bastante afortunada, algún día ve a rodar en bici a zonas de iztapalapa o iztacalco y verás que es aun mucho peor. Cuídate mucho al andar en bici, por favor NUNCA lleves audífonos porque hay hombres que se aprovechan y pasan a darte una «palmadita» en ciertas zonas, mientras estás distraída; y eso no te agradaría en absoluto. Un besote!

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  4. Tu articulo esta increible!
    Me encanto!
    Creo que valdria muchisimo la pena que se tomara este set de comentarios para una mejora continua en el servicio que la ciclovia ofrece per se.
    A todas luces, cada uno de los puntos que mencionas revela que falta mas supervision en materia de seguridad por parte de la SSP para que se garantice que los ciclistas que se transportan por ella son respetados al 100.
    Si no se implementa algo asi, el fin buscado con este medio habra pasado desapercibido y se corrompera por otros trogloditas que no sepan exponer su educacion hacia el que esta montando una bici.

    Animo, Araiz. Se paciente y sigue haciendote oir.

    Abrazos
    Ernie

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  5. Totalmente de acuerdo! Hoy casi choco con 5 peatones (2 niños incluidos) que decidieron dar su paseo familiar por la ciclovía… =@

    Esperemos que conforme el programa se de a conocer, la gente y los automovilistas vayan haciendo conciencia, un saludo!

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  6. Ah, yo también estudio en CU y uso la ciclopista todos los días. Me ENCANTA usarla, per hay unas cosas que me hacen refunfuñar:

    1. Cuando la gente camina sobre la ciclopista porque les da hueva ir sobre la banqueta, y les vale madres que venga una bicicleta. Confieso que cuando alguien está sobre la ciclopista, me ve venir en la bici y no se hace a un lado, hago mi mejor esfuerzo por rozarlos con el manubrio para que se quiten del camino >:)

    2. Los que deciden usar el servicio para APRENDER a andar en bicicleta. Y peor aún, deciden hacerlo sobre la parte más empinada de la pista, a la hora de más tráfico. Una vez me tocó eso… Y los mensos ni en cuenta de que había unas 20 personas intentando pasar.

    3. Los que nunca aprendieron que se circula por la derecha. Una vez vi a una chic que iba del lado izquierdo de la pista y chocó con un chico que no la vio a tiempo (gracias a un arbusto mal posicionado). Ella se cayó de la bicicleta y casi tira al otro. La chica se levantó, se disculpó… y siguió andando del lado izquierdo. :/

    Me gusta la idea de comprar el claxon, creo que eso haré… o una campanita, ya que son muy pocas las bicicletas en CU que tienen una (y no todas ellas sirven!).

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